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La tipografía no está hecha solo para poner cientos de bloques de texto. La tipografía se disfruta con la combinación de colores, estilos y formas. La tipografía se ama en sus diferentes estilos. Los serif delicados y elegantes, las fuentes palo seco tan simples, seguras y modernas, lo handmade o cursivo tan fluido y natural. Todas esas sensaciones y más pueden ser transmitidas por “la tipografía”.
En diseño gráfico el propósito de la composición es transmitir un mensaje concreto. Para ello, el diseñador se vale de dos herramientas principales: las imágenes y textos. Pero la tipografía también puede ser una imagen. Una de las tendencias en estos momentos es uso total de la tipografía en el formato. El estilo de tipografía puede transmitir un mensaje en específico. La importancia que tiene la tipografía dentro de un diseño se puede ver con solo cambiar el tipo de fuente, dándole otro contexto al mensaje que se quiera presentar, o una sensación o significado diferente. Tipógrafos definen una fuente como el conjunto completo de caracteres de un determinado tipo de letra en un tamaño.
Cuando la tipografía dio el salto al ámbito digital, la fuente se convirtió en un archivo digital.
Por otra parte nos encontramos con la caligrafía que son aquellos trabajos que han sido escritos. Una de las tendencias que ha tomado mucho protagonismo estos últimos años, más por la forma en que se realiza. Es decir volver a lo básico, lápiz (o cualquier otra herramienta para escribir) y papel. El lettering es muy parecido con la diferencia de que no se escribe sino que se dibujan las letras.
Con el lettering se puede hacer infinidad de ideas, transformándolo y moldeándolo hasta convertirlo en el elemento de atracción que es hoy en día. el lettering tiene influencias y elementos decorativos típicos del art noveau y art decó. En un mundo donde todo está etiquetado y rotulado, la necesidad de destacar un texto sobre otros nos ha llevado a experimentar y buscar recursos de imagen en la propia letra.