Atrapar una valla solo es posible si le tomamos foto con el teléfono y la compartimos en redes sociales porque nos identificamos con ella… o notamos que no pusieron una tilde clave… o porque había un Pokémon nivel 800 cerca.
En pleno 2016, algunos creen que estamos viviendo un deja vu del 2001 por el regreso a las primeras posiciones del Billboard de la banda Blink 182, el retorno de Pokémon con más fuerza que nunca, una persona de la familia Clinton buscando la presidencia de Estados Unidos y la historia de Tarzán en los cines.
Tan solo Pokémon Go, la aplicación móvil de la famosa serie, ha logrado el efecto viral más grande de la historia de las redes, con más de 50 millones de descargas. También se ha posicionado como la búsqueda más realizada y de mayor tiempo de reproducción en Youtube, sin mencionar sobre los 40 mil millones de dólares que ya ha generado en acciones. Por su lado, Blink 182 ha producido su séptimo álbum de estudio y sus fans les han demostrado que siguen vigentes como una de las bandas pop punk al alcanzar los primeros lugares de las listas alrededor del mundo. Tarzán ha empezado a figurar en las carteleras de todo el mundo y ya hay expectativa por su aparición. Por otro lado, Hillary Clinton pelea por la presidencia de Estados Unidos frente a Trump, justo como el proceso que vivía en el 2001 su esposo Bill al entregar el mandato.
Pero, ¿por qué te estamos introduciendo en las noticias sobre estos temas? Pues porque, aunque los temas han regresado y todos estamos al tanto de ellos, hay una diferencia elemental. En 15 años transcurridos: aunque hay más pokemons, la historia y deseo de ser un maestro pokémon es la misma; Blink 182 a todos nos hace mover la cabeza aunque sea un momento; Hillary ha llegado lejos y Trump no lo ha hecho muy difícil y Tarzán… Tarzán tiene efectos especiales y actores de carne y hueso.
La diferencia radical se encuentra en un pequeño detalle: en todos ha cambiado la forma de llegar a las personas. Pokémon dejó de aparecer en los tazos para atraparlos todos; Blink 182 ha conseguido la cima a través de las reproducciones en línea con aplicaciones y servicios como Spotify o radios web; todos sabemos de las aspiraciones de Hilary (y hasta de Trump) aún sin estar en Estados Unidos y Tarzán pronto va a estar disponible en servicios en línea como Netflix. Es decir, que por cada 10 vallas publicitarias que aparezcan en la calle, te vas a perder 9 por ponerte al tanto con las noticias que te hemos presentado (y que además, no son mayoría ni las más importantes).
La diferencia radical se encuentra en un pequeño detalle: en todos ha cambiado la forma de llegar a las personas.
La dirección y enfoque que ha empezado a tomar la publicidad se ha separado abismalmente de los medios tradicionales para enfocarse en el alcance masivo y con mayor énfasis en resultados como lo son los medios digitales. ¿Te has dado cuenta cuantas vallas publicitarias hay en una carretera, en la calle próxima a tu colonia o de camino a tu trabajo? Probablemente no y las razones son justificables y variadas. Para algunos, el alcance a través de vallas publicitarias se ha minorizado al ser un exceso, contaminación visual; para otros, invertir en medios con los que es difícil medir los resultados no vale la pena y la otra mitad simplemente no se dan cuenta porque van concentrados en el whatsapp que les enviaron por ir tarde, siguiendo waze o ¡atrapando pokémons!
La dirección y enfoque que ha empezado a tomar la publicidad se ha separado abismalmente de los medios tradicionales para enfocarse en el alcance masivo y con mayor énfasis en resultados como lo son los medios digitales.
Ahora bien, nos referimos a que las vallas son funcionales y tienen vigencia en la actualidad, más consideramos completamente necesario estudiar bien su alcance al implementarlas de acuerdo al segmento y grupo de personas a quienes queramos comunicar. En la actualidad, los ojos de las personas están centradas específicamente en su teléfono y redes sociales. Por esta razón, tomar en cuenta la implementación de una valla, va más allá de su posicionamiento estratégico en esa calzada, calle o avenida por donde más personas pasan; repara más en su vistosidad, claridad y nivel de impacto para captar la atención de cuantas personas deseemos, además de una estrategia desarrollada y elaborada de la mano con tácticas y medios especialmente digitales.
En la actualidad, los ojos de las personas están centradas específicamente en su teléfono y redes sociales.
Para darte cuenta, hagamos una pequeña prueba: al ir en el tráfico manejando, mirá a tu alrededor, tu copiloto, a las personas en carros cercanos, y empezá a contar cuántas de ellas tienen su atención en el teléfono y cuántas con la vista hacia arriba 😉